Sin embargo, te espero; todas las noches, cada mañana sabiendo que por mucho que anhele no volverás.
Yo continúo regalándote versos y suspiros tras la puerta, llenándome de dudas las venas; preguntando al vacío si en algún instante me piensas.
¿Y si me olvidas?
¿Cómo hago yo para no culparme aunque todo lo que pude lo dí por ti?
Pero, finalmente, decidí amarme lo mucho que tú no hiciste por mí. Y aunque sé que no merezco juicio si te pierdo me declararé culpable.
1 comentario:
Vivimos esperando cosas mejores , es lo que nos mantiene vivos , ilusionados . La esperanza es como una vitamina, vitamina para los soñadores .
Publicar un comentario