domingo, 7 de junio de 2015

Sepa usted que lo quiero y cuerdamente. Sí, con mis cinco sentidos y con el entero corazón pese a su oscuridad y sus tremendas e insaciables ganas de convencerme de lo dañino que puede llegar a ser para mí. Lo quiero con todo y en todo; lo quiero así nadie le tenga fe, ni siquiera usted mismo; lo quiero para mí porque no hubo alguien digno de aceptar su corazón cuando lo ofreció pues no entienden su inmenso valor. Lo quiero así, inmensamente y sin temor.

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