-Esa es mi frase.
-¿Tu frase?- pregunté confundida.
-Sí, yo soy el hombre. Soy quien debe hacerte feliz- respondió él.
La felicidad debe ser bilateral- le contesté de vuelta y sonrió tan hermoso como siempre.
"No puedo contradecir eso" dijo, concluyendo con un beso.
Enero y relámpagos
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