sábado, 29 de agosto de 2015

Nudo letal


Agosto, 2013


Entonces se aferró sin temblar a mi cintura, un grave movimiento sorpresivo, mis manos no sabían cuál camino tomar. Mientras las pobres desorientadas se decidían lo pude contemplar sin armadura, como un niño sin hogar buscando refugio en mi vientre. Cuánta sensibilidad. Al fin mis dedos encontraron el rumbo entre sus cabellos. En ese momento no se detuvo el tiempo pero sí que caminaba lento. Era el hombre que nunca quise pero a partir de allí si que lo amé; y ahora también; y puede que trágicamente siempre amaré.

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