Pero mira, el grano de polen colonizó otra tierra. No fue en vano que se deshojara la rosa en sequía, ni que fuera arañada por el viento; no fue en vano afirmar los aguijones de su tallo, no fue en vano haber abierto su baraja de pétalos para que entrase el que toma prestado la esencia y la esparce lejos. Tras el invierno se ha abierto paso, entre el suelo y la atmósfera retoña color.
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