sábado, 13 de febrero de 2016

Y esa noche fue así, como el relato antiguo, aunque sin relámpagos. La brisa hizo tranquilo el momento. Tal cual, la ausencia de luz avivó el sonido su voz con la pregunta más esperada y precedida de un rotundo "sí, quiero", el más corto del mundo. Que no me roben ese momento porque no habrá otro igual.

No hay comentarios: