Un lugar para vivir

La manera exacta e infalible, de llenarme el vientre de estrellas y el corazón de letras; y que se escapen por las pestañas, se transformen en mis labios en silueta de palabras y desde el espacio que separa el asfalto gris de mis pies hasta el contorno de mi boca se anuncie en risa. Es mirar de cerca el iris que encierra sus pupilas, y saber que no hay otros pies sobre la tierra que posean el infinito finito contenido en su mirada, y que sepan inundarme el corazón de un futuro cercano envuelto y refugiado, exclusivo y delicado, entre los paréntesis que dibujan sus cálidas manos.