No encontraré notas de amor planificadas, bien elaboradas en el bolso que dejé con él durante un tiempo; tal vez no leeré poemas o cartas de hojas enteras escritas con su letra; no llegarán a mi puerta globos o enormes regalos envueltos en cajitas de colores. Su amor levita sobre lo material. Su amor son sus ojos brillantes que me miran porque creen que soy más de lo que alguna vez imaginaron, y lo sé porque sus labios que me besan constantemente me lo recuerdan. Tan seguido. Su amor son sus besos en mis manos sin gracia, son sus notas improvisadas cada instante en que me piensa, son avioncitos con te amos por todas las esquinas; son caricias inesperadas; su amor es la prisa con la que corre a mi rescate y su invaluable incondicionalidad. Su amor es la paciencia con la que soporta y corrige mis absurdos momentos de incomprensión; sus brazos que cargan mi peso cuando me gana el sueño sobre su pecho; son las horas que permanece a mi lado así los afanes lo estén asfixiando; su amor está en su tórax que late por mí. Su amor está en elegirme aun cuando tiene más razones para dejarme ir. Su amor va más allá de lo visible. Su amor, su dulce amor que siente solo hacia mí.
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