No es más grande la ilusión de amar, que el amor mismo, en sí. No es más grande el sueño por cumplirse que la realidad de tenerle en frente mientras se hace denso. Porque el mañana afanoso, atestado de presión está lejano, y él, junto al que espero habitarlo, está tan próximo que lo siento dentro.
Pude haber nacido mil años antes u otros después; pudieron juntarse mis partículas en otra latitud, y las suyas en otro hemisferio, pero coincidimos en el espacio-tiempo. Bendito cosmos, bendito Dueño que lo predestinó, aquí, así.
No es aterrorizante el después si le tengo en este eterno presente, fortunoso.
Pude haber nacido mil años antes u otros después; pudieron juntarse mis partículas en otra latitud, y las suyas en otro hemisferio, pero coincidimos en el espacio-tiempo. Bendito cosmos, bendito Dueño que lo predestinó, aquí, así.
No es aterrorizante el después si le tengo en este eterno presente, fortunoso.
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