martes, 24 de octubre de 2017

Del amor en particular

Si no viera yo en sus ojos el futuro que nos depara la vida juntos, pasaría de largo el transitar que, aunque sinuoso, lleva a la dulce ventura; seguiría mis pasos sin saber que en las palmas de sus manos escondía lo que no había percibido nunca antes en el mundo, y que en su abrazo reuniría todos los planes y los sueños que flotaban sueltos, a la deriva,  sin percatar que los uniría en sí mismo, en un único punto. 

Si partiera un día, sin pensarlo, lejos, perdería el sino que me ata al que equivocadamente la inocentona de Marta conoció como "el dictador cruelísimo del orbe". Lo perdería por completo, si no anclara yo mi nave a su profundo suelo, si no cociera yo mis alas a su cielo.

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