jueves, 24 de septiembre de 2020

Mira, ¿qué no ves? Que la vida que vivimos es la vida que elegimos y elegirte fue mi fe. Que yo supe que tus mares, por error, se mancharon con petróleo pero tu corazón estaba limpio y encajaba tan perfecto en mi mar inmaculado. Que eres luz allí tan dentro, y se irradia por tus ojos, aunque quieras que se cierren de manera permanente. Y a esos ojos yo los amo, y a la luz que allí se alberga, y a tu corazón que no se rinde, que vuelve y lo intenta. 

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