Caer en las franjas de sus labios debe ser similar al recorrido de un abismo profundo, sentir como la caída lenta lleva a tope el nivel de adrenalina, saborear el fin y seguir viviendo, a media vida, y descubrir que no se ha caído de un abismo cualquiera sino de un abismo invertido donde en lugar de darse de golpe contra el suelo, reciben el cuerpo latente un colchón de nubes pomposas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario