viernes, 23 de septiembre de 2016

Hoy supe titular

Pero mi propósito, joven bello, nunca ha sido el que se cree; y me disculpo si antes de ahora fui incapaz de esclarecerlo. Mi propósito -reitero- no es ahogarlo entre muchos versos ni gastarme horas narrando tiempos, agotando esfuerzos; mucho menos pienso encerrarlo entre las líneas o envolverlo con ingenios. Mi propósito -de nuevo, joven dueño- es llenarle el corazón con letras sabor a besos, es colmarle alma, mente y cuerpo de todo lo que un mortal puede ofrecer amando antes de escasear el tiempo. Es procurar hacer mejor su mundo entero, segregar completa la tristeza, ganarle la pelea al miedo y descubrir lo incierto. Porque espero, yo solo pretendo y sueño, hacerle sentir tanto que usted hace que sienta aquí, tan dentro.

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